REPORTAJE A DON JOSÉ MOLINA MOLINA "UN ENÓLOGO DE COLMENAR"
Hace unas semanas visité a Don José Molina Molina, para charlar con él sobre su ‘hobbie’, del que disfruta todos los días, y cada año más: el vino. Me recibió amablemente, para disfrutar de una grata conversación sobre el buen vino, junto a su esposa, Doña Isabel Rodríguez Bermúdez, en la sala de estar de su casa, donde hablamos largo y tendido de la afición de este Colmenareño, Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, y que es titular, desde hace 40 años, de la “Gestoría Inmobiliaria Molina”, en Calle Larios de la Capital Malagueña, que como bien dice, es su trabajo, y disfruta de él todos los días, con una dedicación personal a cada cliente que pasa por su Inmobiliaria.
Pero vamos a hablar del vino, que para eso estamos aquí.

Pepe Molina, como lo conocemos en Colmenar, nos comenta que su afición del vino le viene de cuando sus abuelos trabajaban el vino, y desde pequeño ha visto cómo lo hacían, aprendiendo de ellos. Sobre el año 1.974, Pepe compró una finca, conocida por “Los Lagares”, donde había una pequeña viña con la que comenzó a hacer vino, sobre 15 o 20 arrobas (aproximadamente 320 litros) al año, que se consumía prácticamente por los trabajadores del campo. Este primer vino que trabajó fue el conocido ‘Pedro Ximen’, aunque posteriormente también comenzó con el ‘Jaén’, pero predominaba el primero. A partir de 1.992 planta sus propias viñas, poseyendo actualmente unas 9.000 cepas, de las que aproximadamente 6.000 son de ‘Pedro Ximen’ y algunas de ‘Jaén’, y otras 3.000 cepas de vino tinto, señalando que el primer vecino de Colmenar que está preparando vino tinto en cantidades como la indicada es él.
Me habla Pepe Molina que su vino mosto es el tradicional de “Los Montes de Málaga”, el que tiene como única materia prima la uva madura, sin tratamientos químicos que alteren su sabor, y al ser muy rico en azúcar, tiene ese sabor abocado, dulce. La recolección de la uva que servirá para hacer el ‘mosto’ la hace en pleno mes de septiembre, recolectando unos días antes la uva que utilizará para el vino tinto. Nos comenta a continuación Pepe Molina, el laborioso procedimiento que tiene que seguir la uva para poder llegar a ser, por un lado, un buen mosto, y por otro, algo más alargado en el tiempo, el vino tinto.

De esta forma podemos consumir el mosto del año, aunque si preferimos dejarlo para embotellarlo, como nos dice Pepe Molina, debemos realizar varios trasiegos más, uno alrededor de enero o febrero, y otro último antes de agosto, y así tenemos el vino mosto listo para embotellar en esas fechas, quedando el completamente clarificado. Actualmente, la producción que tiene Pepe Molina es de unas 300 arrobas (5.000 litros), ya que son unas viñas jóvenes, de aproximadamente 15 años.
Dejamos de lado momentáneamente el ‘Pedro Ximen’ y nos pasamos a la uva del vino tinto, que una vez recolectado, pasa por la molturadora, y la masa que produce es introducida en unos depósitos donde fermentará. La fermentación desprende anhídrido carbónico, lo que hace que la masa suba a la superficie y tome dureza. Por ello, dos veces al día hay que ‘bazuquear’, que es volver a bajar esta masa al fondo y que se mezcle con el caldo, ya que el ‘hoyejo’, la piel de la uva contenida en esa masa, es la que le da el color al vino tinto. Ya no sólo habría que bazuquear el vino por este motivo, sino que tampoco podría respirar el vino y se podría echar a perder.
El vino tinto está durante 30 a 35 días fermentando en esos depósitos, para ser prensado y pasado nuevamente a otros depósitos donde desfangará y, de esta forma, se limpiará. Pasados varios días, se hace el primer trasiego para pasarlo a unas botas, donde la ‘piquera’ se quedará abierta, durante otros 15 a 20 días, donde terminará de fermentar. Aquí viene la peculiaridad de los vinos tintos, que no pueden tener vacío en la bota, y por ello continuamente tienen que volver a rellenar el vino tinto que la madera con la que está construida la bota se ha consumido. Este vacío que se crea produce unas bacterias llamadas aerobianas que producen el ácido acético que podría causar que este vino se echara a perder.

La producción que tiene actualmente Pepe Molina de vino tinto ronda las 8.000 botellas, según el año, ya que la viña es joven y con la edad producirá más cantidad. Entre ambos tipos de vino, las bodegas de José Molina producen actualmente unas 15.000 botellas, este año, siendo embotellados vinos tintos crianza de la cosecha de 2.003, y vinos dulces de la cosecha de 2.005. Igualmente está experimentando el embotellamiento de vino seco de unos 5 a 6 meses de antigüedad en barrica, con varios trasiegos, manteniéndose éste muy bien al envejecer menos el vino embotellado, ya que no entra oxígeno, diferenciándose de las barricas, por las que entra el oxígeno a través de los poros de la madera de las barricas, utilizando la bota bordelesa, de las que tiene de 250 y 300 litros.

De esta forma terminamos nuestra conversación, visitando después su pequeña pero acogedora bodega en su misma casa, donde tiene vino semidulce y vino tinto, muy buenos ambos, aunque también posee otro espacio donde recoge todas las botas y botellas que envasa actualmente, y del que queda suficiente constancia en las fotografías de esta entrevista. Si quieren adquirir sus productos, podrán verle en esta Feria del Mosto y la Chacina, y también en el anuncio insertado en esta misma página.
BODEGAS JOSÉ MOLINA
C/ JUAN MARTÍN RUIZ, 10
TELF952 73 00 28
Desde 1.990